Con las ideas más que claras, las decisiones tomadas sobre el concepto de marca y una vez empapados de las sensaciones de las frías tierras del Nordeste es el momento perfecto para saltar a los charcos de tinta, mancharnos de ella y diseñar lo que será nuestra carta de presentación. Infinidad de bocetos, de horas, de colores y tinta para llegar al resultado que aquí te presentamos. Esperamos que os guste tanto como a nosotros.
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